Ayer sólo había gente que se escondía.
Dos chicas de la mano, un hombre raro con una bolsa de plástico y dos niñas fumando.
Y nosotros, claro, nosotros.
¿Nos escondíamos? Pues puede ser.
Pero no es malo, no como fumar.
Si no raro, como las dos chicas.
Raro no, simplemente poco común, como el hombre solo de la bolsa de plástico.
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